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  Nuestro cerebro nos engaña
 



Cuando nuestro cerebro nos engaña


Nadie tiene tan poco corazón como para no sentir un poco de pena por este triste y solitario lavabo abandonado. Alguien lo ha dejado a la intemperie, y permitió que se quede casi tuerto. Seguramente espera que lo limpien un poco, y le vuelvan a dar la atención que merece para volver a sonreir.

Planteado esto, es prácticamente imposible dejar de ver una cara en esa foto, sin embargo, sabemos que no existe tal cosa. Es simplemente una pileta de baño o de lavadero, vieja, sucia y rota.

De la misma forma, Jesús no eligió esta tostada para venir a la Tierra y traer ningún tipo de mensaje.


Alrededor del mundo aparecen miles de supuestas figuras que son interpretadas como revelaciones divinas, mensajes, o apariciones del mesías de turno. Y hago énfasis en mesías de turno, porque es muy común que se interprete una figura abstracta con la cara de Jesús, en lugares donde la fe cristiana es muy importante. En ámbitos donde las personas tienen otras creencias, las apariciones son acordes a su fe.

Pero esto no es un problema de las personas ni de la religión, se trata de un fenómeno psicológico conocido como Pareidolia: al parecer nuestro cerebro tiene ciertas dificultades para entender las imágenes abstractas y sin significado, por eso, busca significados inconcientemente. Buscar significados donde no los hay, es algo bastante común, como puede verse en disciplinas pseudocientíficas como la numerología.

De todas formas, la pareidolia parece ser un defecto que se produce porque nuestro cerebro está preparado para ayudarnos a sobrevivir: cuando somos bebés, somos extremadamente débiles, y necesitamos obligatoriamente de la protección de un adulto. De forma automática buscamos caras a quien sonreír para causarles ternura y obtener seguridad. Evidentemente, y a lo largo del curso de la evolución, sobrevivieron más quienes tuvieron más habilidad de reconocer caras. Y por eso podemos interpretar fácilmente una cara, o algo que se le parezca: dos puntos con una raya vertical y otra horizontal.


Al margen de casos muy comunes de pareidolia, como ver formas en las nubes o en objetos cotidianos, los casos más importantes suelen estar relacionados con conspiraciones y religiones, donde al simple efecto perceptivo, se le suma el interés de querer creer de las personas involucradas.

Virgen María aparecida en la humedad de un mármol en Córdoba, Argentina.



 
Algo muy curioso que se produce, es que las vírgenes y demás imágenes que aparecen, pasan por una especie de filtro moral de los creyentes, de esta forma se pueden alabar figuras en situaciones relativamente nobles como en estas manchas de humedad en lugares de bajos recursos económicos, pero nunca en cosas tan alejadas de la fe como las siguientes:



El fenómeno de la Pareidolia no está limitado al reino de lo visual: es harto conocido que ciertas canciones populares tienen mensajes ocultos, sobre todo cuando se las escucha al revés. La hipótesis conspiranoica se desarma cuando se empieza a indagar: ¿Quién puso esos mensajes? ¿Qué dicen? ¿A quién están dirigidos si están tan ocultos?
Y en varios experimentos se ha descubierto que la sugestión juega un papel clave a la hora de interpretar mensajes "satánicos" en canciones.

El psicólogo Cristopher French de la Universidad de Londres ha hecho experimentos como colocar partes de la canción Stairway to Heaven de Led Zeppelin al revés frente a decenas de personas, y escuchar sus opiniones. Casi nadie alega haber escuchado algo, pero luego muestra un texto que supuestamente deletrea el código satánico de la canción, y cuando la vuelve a reproducir, la mayoría se sorprende por lo que oye.

Esos mensajes simplemente no están ahí. Sólo aparecen cuando nuestro cerebro lo compara con algún preconcepto que tengamos en mente, o con algún recuerdo. Y estos estudios nos muestran que la realidad es más extraña de lo que  parece, y ni si quiera podemos fiarnos de lo que vemos u oímos.
Fuente: http://www.proyectosandia.com.ar/2010/05/cuando-nuestro-cerebro-nos-engana.html


EJEMPLOS DE ENGAÑOS

 

 


Antes de nada mira el vídeo. Obsérvalo cuantas veces quieras y siempre tendrá el mismo efecto desconcertante. Sí. Todos los rombos son exactamente iguales aunque tu cerebro se empeñe en enviarte información engañosa (Aviso: Fíjate en el color, no en el tamaño). La frase que titula este post es del astrónomo Neil deGrasse Tyson, quien se quejaba en una conferencia reciente de que les llamemos "ilusiones ópticas" cuando en realidad no son más que fallos que comete nuestro cerebro al interpretar la realidad. ¿Quieres saber por qué vemos los rombos diferentes?

En realidad los rombos no tienen un color uniforme, sino que son más claros en la parte superior y se van oscureciendo gradualmente hacia abajo. Basta colocar un dedo en el medio de cada rombo para comprobarlo. La presencia de los rombos blancos arriba hace que los de la parte superior parezcan más oscuros de lo que son. Nuestra mente establece referencias entre unos y otros y hace que los veamos totalmente distintos. Es la manera en que percibimos el color y las formas lo que nos engaña. O dicho de otra forma, somos buenos con los límites y malos con los tonos.

Pero si no lo has visto claro, te voy a liar un poco más. Mira el siguiente vídeo donde sucede lo mismo y lo contrario, vemos los cuadros distintos hasta que le ponemos un objeto entre medias:


Como ves, cada rectángulo azul también está degradado (esta vez de izquierda a derecha) de modo que los vemos totalmente diferentes salvo que eliminemos los límites. Este efecto, relacionado con un fenómeno denominado inhibición lateral, prueba de nuevo que nuestro cerebro es bueno detectando los límites de las formas pero un poco torpe con los cambios de tonalidad.

Este otro ejemplo en la página del MIT muestra un caso parecido:


Los cuadros A y B parecen completamente diferentes, ¿verdad? Pues en realidad son del mismo color (compruébalo). La explicación es parecida a los casos anteriores. Para apreciar las formas y el límite de los objetos, nuestro sistema visual realiza pequeños ajustes y tiende a ignorar los cambios graduales de luz. De este modo, la proximidad de un tono a otro hace que se confíe y que perciba los colores de un modo subjetivo. Útil para nuestra supervivencia, pero definitivamente erróneo. Vía: Reddit.



TRUCOS PARA ENGAÑARLO


Estan traducidos cada uno de los metodos para que el que quiera, pruebe estas sensaciones:



El experimento Ganzfeld: este experimento consiste en la emision de ruido blanco o estatico como por ejemplo con una radio mientras se tienen la mitad de una pelota de ping pong colocada encima de cada ojo tumbado en una cama. En pocos minutos se comienza a experimentar una extraña distorsion sensorial que a algunos sujetos le hacen ver caballos trotando entre las nubes y a otros escuchar la voz de parientes fallecidos.





Dolor menguante: El pasado mes, investigadores de la Universidad de Oxford, anunciaron el descubrimiento de un nuevo y poderoso analgesico: unos prismaticos invertidos. Estos investigadores comprobaron que cuando una persona miraba su mano herida por el extremo contrario de los prismaticos y verla mas pequeña hacia que el dolor disminuyera de igual manera. Esto demuestra que sensaciones como el dolor son moduladas por lo que vemos.






Ilusion de la mano de goma: el primer paso sonsiste en ocultar nuestra propia mano en el interior de una caja o debajo de la mesa de manera que no podamos verla. Tras esto debemos situar sobre la mesa una mano falsa de tal forma que, desde nuestro punto de vista, parezca que es nuestra mano. Un compañero tocara a la vez nuestra mano y la falsa en el mismo punto. Tras unos minutos sentiremos que la mano falsa se ha convertido en nuestra mano real. Si nuestro compañero golpeara la mano falsa o la punzara sentiriamos un intenso dolor al estar nuestro cerebro convencido de que se trata de una extension real de nuestro cuerpo.








Las luces de Purkinje: Jan Purkinje fue uno de los fundadores de la moderna neurociencia. Desde pequeño experimentaba con las luces que se formaban cuando cerraba los ojos y se colocaba en frente del sol moviendo su mano rapidamente tapando y descubriendo la luz sucesivamente. Despues de pocos segundos aparecian lo que describia como “bellas formas” que cada vez se volvian mas complicadas. Posteriormente se confeccionaron visores que simulaban estos destellos luminicos que parecian cortocircuitar la corteza visual. Estas halucinaciones se producen por la necesidad constante de sentir la realidad por lo que el cerebro se se empeña en descifrar la cacofonia de impulsos sensoriales que se producen con los destellos.






La ilusión de Pinocho: Requiere dos sillas colcadas una detras de la otra y una venda. La persona que se sienta en la silla trasera se colocara la venda y tocara la nariz de otra persona sentada en la silla delantera. Al mismo tiempo colocara su otra mano en su propia nariz y comenzara a acariciar suavemente ambas narices. Tras aproximadamente un minuto, mas del 50% de las personas sienten que su nariz es extremadamente
larga.
 
   
 
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